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La Estimulación Cognitiva en el Adulto Mayor

Las capacidades cognitivas, como la atención, la memoria o la concentración entre otras, van desarrollándose desde que nacemos hasta la edad adulta, período en el que se mantienen hasta llegar a los 45-50 años. Es en este momento cuando comienza a producirse un declive cognitivo que se irá haciendo más evidente conforme se avanza hacia la tercera edad. Sin embargo, existen varias formas de estimulación cognitiva para prevenir los signos de la edad y desarrollar un envejecimiento activo y saludable, ¿las conoces?

Estimulación cognitiva en adultos para un envejecimiento saludable

La vida empieza incluso antes de nacer en la etapa prenatal y, posteriormente, evolucionamos a la etapa de la primera infancia donde tienen lugar los aprendizajes más esenciales. Pasamos a la niñez donde las distintas capacidades y habilidades cognitivas comienzan a tener un papel importante para consolidarse en la adolescencia y la juventud. Durante la edad adulta, estas capacidades se mantienen hasta que llega un momento, alrededor de los 45-50 años, en el que comienza a  producirse un declive cognitivo que se hace más evidente en la tercera edad. Es fundamental trabajar determinadas funciones ejecutivas y capacidades cognitivas con estimulación cognitiva para mantener un buen rendimiento a lo largo de todas las etapas de la vida.

Para potenciar el funcionamiento cognitivo y promover un envejecimiento activo y saludable es importante conocer los aspectos que se encuentran relacionados con el declive cognitivo en adultos y mayores, así como las estrategias de estimulación cognitivas existentes.

El declive cognitivo debido al envejecimiento

El envejecimiento de la población hace más visible el progresivo declive cognitivo que se produce con el paso de los años. Por esta razón,  el poner en marcha diferentes formas de estimulación cognitiva puede ayudar a prevenir el desarrollo de patologías más graves, como por ejemplo la demencia. Conviene no olvidar también el declive que se produce a nivel físico que se podría afrontar con la práctica de ejercicio físico de forma regular.

¿Qué es el envejecimiento?

El envejecimiento se caracteriza por ser un proceso dinámico e inevitable en el que tienen lugar una serie de cambios tanto físicos como psicológicos y sociales. Sin embargo, y a pesar de ser una etapa del ciclo vital, no se produce al mismo tiempo ni se manifiesta de la misma manera en todas las personas. Hay que saber que en el envejecimiento no solo se producen déficits y pérdidas de las capacidades, también existen funciones que se mantienen e incluso otras que pueden llegar a mejorar. Existen diferentes factores que ejercen influencia en este proceso dando lugar a tres posibles tipos de envejecimientos: envejecimiento normal, patológico y óptimo.

¿Cuáles son las diferencias entre envejecimiento normal, patológico y óptimo?

El envejecimiento normal tiene lugar por el paso de los años, existiendo diferencias entre unas personas y otras en este proceso. Se producen cambios graduales tanto a nivel biológico como psicológico y social. De forma general, durante el envejecimiento normal se producen algunos cambios como fallos de memoria, cambios físicos como la aparición de arrugas, algunos cambios sensoriales como pérdida auditiva, etc.

El envejecimiento patológico, por otro lado, se caracteriza por los cambios que se producen como consecuencia de determinadas enfermedades como la enfermedad de Parkinson o la diabetes, entre otras, o por los hábitos de vida inadecuados como el abuso de alcohol entre otras causas y que, por tanto, se clasifican fuera de lo que cabría esperar para el envejecimiento normal. Algunas de las posibles causas de este tipo de envejecimiento son reversibles y sus efectos pueden ser mitigados.

Por último, el envejecimiento óptimo se entiende como aquel que tiene lugar en las mejores condiciones posibles tanto físicas como psicológicas y sociales. Se trata de un tipo de envejecimiento que cursa con  mínimas pérdidas de las capacidades así como una mínima probabilidad de desarrollar patologías. Es importante que las personas mayores cuiden su salud tanto física como mental realizando ejercicio físico de forma regular, con una alimentación equilibrada, respetando las horas de sueño, entrenando el cerebro mediante ejercicios cognitivos, etc. De esta forma se consigue mantener su autonomía y autoestima y las relaciones interpersonales positivas mejorando su bienestar y calidad de vida.

Dado que el envejecimiento no se produce de la misma forma en todas las personas ni al mismo tiempo, es importante que, ya desde adultos e incluso antes, las personas promuevan un envejecimiento activo, fomentando los hábitos de vida saludables y entrenando las capacidades cognitivas, siempre para evitar un envejecimiento patológico o  el desarrollo de una demencia.

¿Qué es el deterioro cognitivo leve (DCL)?

Muchas veces es difícil diferenciar los distintos tipos de envejecimiento entre sí o con otras patologías en las que el deterioro de la memoria es uno de los síntomas principales. Como paso intermedio entre el envejecimiento y la demencia se ha definido el deterioro cognitivo leve (DCL). Las personas con deterioro cognitivo leve manifiestan alteraciones de memoria más graves de lo que cabría esperar para su edad, pero siguen manteniendo un nivel funcional adecuado y no cumplen los criterios requeridos para el diagnóstico de algunos de los tipos de demencia.

Es importante trabajar con estas personas, muchas de ellas todavía en edad adulta, las funciones ejecutivas y capacidades cognitivas que empiezan a entrar en proceso de deterioro y a verse afectadas, evitando de este modo el progreso hacia una demencia. A nivel emocional, cuanto más se manifiesta este deterioro, mayor es el malestar que experimentan las personas.

 ¿Qué síntomas tiene el envejecimiento?

Las personas, por lo general, somos capaces de identificar algunos de los síntomas que tienen lugar durante el envejecimiento. Entre estos síntomas generales se encuentran la pérdida auditiva y de agudeza visual, dolores articulares, trastornos del sueño, pérdida de memoria o alteraciones emocionales, entre otros. Si nos centramos en los síntomas cognitivos podemos destacar:

  • Pérdida de memoria con olvidos frecuentes.
  • Dificultades de atención y concentración y pérdida de interés.
  • Dificultades en las funciones ejecutivas, como por ejemplo en la planificación y toma de decisiones.
  • Dificultades para encontrar la palabra adecuada en un momento dado y teniendo en cuenta el contexto.
  • Mayor lentitud en la ejecución de tareas y en la resolución de problemas.

En cuanto al afecto, los adultos y las personas mayores tienden a manifestar, en mayor o menor medida, síntomas de ansiedad y depresión. Los adultos suelen estar sometidos a situaciones de estrés que terminan sobrepasando los recursos cognitivos que tienen para afrontarlas, dando como resultado síntomas de ansiedad. Por otro lado, las personas mayores y ancianas empiezan a ser conscientes de los déficits y declives que empiezan a sufrir produciéndose, entre otros, frustración y síntomas depresivos y reduciendo el bienestar personal.

Sin embargo, todos ellos pueden valerse de diferentes formas de estimulación cognitiva para intentar revertir estas situaciones y evitar el empeoramiento de los síntomas cognitivos. Además, existen una serie de factores que influyen en estos síntomas de envejecimiento y que pueden aumentarse o reducirse. Entre ellos,  encontramos algunos como el nivel educativo y cultural de las personas, el contexto social y ambiental, las relaciones interpersonales, el ejercicio físico y la estimulación cognitiva.

¿Cómo hacer frente al declive cognitivo?

Cuando hablamos del declive cognitivo propio de la edad o del envejecimiento, el tratamiento no es propiamente dicho un tratamiento que revierta los procesos propios de esta etapa de la vida, sino que va más orientado a paliar las incipientes alteraciones que se van produciendo. Estas alteraciones se dan, esencialmente, en el funcionamiento de las capacidades mentales y cognitivas siendo las más frecuentes:

  • Memoria: registra, almacena y elicita las distintas experiencias, ya sean ideas, imágenes, acontecimientos, etc
  • Velocidad de procesamiento: capacidad que establece la relación entre la ejecución cognitiva y el tiempo invertido. Permite procesar información de forma rápida y automática.
  • Atención: capacidad de generar, seleccionar, dirigir y mantener un nivel de activación adecuado para procesar la información relevante.
  • Percepción: codifica y coordina las diversas sensaciones elementales para darles un significado.

Para prevenir el desarrollo de un envejecimiento patológico u otros trastornos, entre los que se encuentra el deterioro cognitivo leve o la demencia, se debe fomentar un envejecimiento saludable y óptimo mediante diferentes estrategias y ejercicios de estimulación cognitiva.

¿Qué estrategias podemos utilizar para trabajar las capacidades cognitivas?

Para afrontar las alteraciones cognitivas se puede hacer uso de distintos recursos, desde los conocidos como talleres o programas, juegos de brain training hasta avanzadas tecnologías que tienen como objetivo el entrenamiento de determinadas funciones ejecutivas.

Técnicas y programas de estimulación cognitiva

En primer lugar, existen variedad de talleres, estrategias y programas destinados a la estimulación cognitiva de las diferentes capacidades para mantenerlas a un buen nivel y evitar la aparición de alteraciones. Estas estrategias pueden ser utilizadas por todas las personas, ya sean niños, adolescentes, adultos o personas mayores y ancianos, siempre y cuando los ejercicios y actividades se adapten al nivel de desarrollo individual de cada uno y a los intereses propios de cada una de las etapas de la vida.

El trabajo con estimulación cognitiva  para adultos y personas mayores se focalizará en evitar el declive cognitivo. Y lo mismo sucede en el caso de los ancianos que, probablemente, ya sufran algunas alteraciones y pérdidas, por lo que el objetivo del tratamiento será rehabilitar esas capacidades deterioradas.

Actualmente, los juegos de brain training o juegos de “entrenamiento cerebral” o “entrenamiento mental” son una de las formas más conocidas y populares para trabajar y estimular las capacidades cognitivas según los intereses de cada persona. Estas tecnologías, disponibles para móviles, ordenadores y tablets permiten su utilización en prácticamente cualquier lugar y momento. Generalmente, se puede ajustar el nivel de dificultad y complejidad de los diferentes juegos teniendo en cuenta las capacidades cognitivas. De esta forma, ofrecen la posibilidad de ser utilizadas por personas de todas las edades, desde los más pequeños de la casa a personas mayores y ancianos. Aunque estos juegos hoy en día son ampliamente utilizados como ejercicios de estimulación cognitiva.

Por otro lado, están apareciendo nuevos avances tecnológicos para el entrenamiento de las capacidades cognitivas que surgen de otras disciplinas como la neurotecnología o las interfaces cerebro computador. Estas disciplinas utilizan procedimiento de neurofeedback moderno basado en avanzados equipos de EEG, permitiendo la individualización de los entrenamientos en función de la actividad cerebral de cada persona para obtener cambios neuroplásticos cuantificables que se relacionen con la mejora de capacidades cognitivas como atención sostenida, memoria de trabajo y velocidad de procesamiento.

El envejecimiento óptimo puede plantearse como un objetivo a conseguir para los adultos y personas mayores. Se trata de evitar el padecimiento de enfermedades que pueden afectar a la calidad de vida y procurar el mantenimiento de las funciones ejecutivas y capacidades cognitivas, retrasando la aparición del declive y de patologías más graves que puedan comprometer la salud mental de las personas.

Consultado el 03 de agosto de 2019 en,

https://www.bitbrain.com/es/blog/estimulacion-cognitiva-adultos-mayores-ancianos

Tiempo de Ocio en el adulto mayor

El ocio y la recreación, en el adulto mayor, han de entenderse y apreciarse como algo más allá de lo simplemente personal, en cuanto al empleo del tiempo libre ha de verse más bien como una acción que proyectada desde lo social puede crear las condiciones que faciliten la elevación de su calidad de vida, y contribuya al desarrollo de estilos de vida más saludables y autónomos. 

Numerosas investigaciones han mostrado que la tercera edad no tiene necesariamente que ser un período de la vida en el que predomine o se haga inevitable un deterioro de las capacidades físicas e intelectuales, ya que si los adultos muestran la necesaria motivación y la intención de mantener un estilo de vida activo y productivo, y se les propician las condiciones para desenvolverse en un entorno rico y estimulante, en el cual se favorezcan experiencias de aprendizajes y se reconozcan y estimulen los esfuerzos por alcanzar determinados logros, en cuanto a participación en actividades de diversa índole, la senectud puede evitarse o demorarse.

Un enfoque simplista del ocio y de la recreación en la tercera edad, nos llevaría a considerarlas como una mera opción individual del tiempo libre, y dejaríamos de apreciar su carácter desarrollador, por los niveles de participación y de actualización que pueden generar; sobre todo si se les considera como recurso potenciador, herramientas de acción social que permiten elevar el bienestar y la calidad de vida de las personas de la tercera edad. Los sujetos que envejecen adecuadamente utilizan y disfrutan de todas las posibilidades que existen en su entorno social y en sus propias personas, y están preparados para aceptar, sin claudicar, las propias limitaciones, la disminución de sus fuerzas y la necesidad de recibir algún tipo de ayuda; pero no renuncian a mantener, dentro de rangos razonables y posibles, determinados niveles de independencia y autodeterminación.

En la tercera edad, la actividad física-intelectual y el interés por el entorno canalizado a través de actividades de recreación y ocio productivo, favorecen el bienestar y la calidad de vida de los individuos.

Recientemente encontré en Internet un trabajo sobre la recreación en el adulto mayor, que brindaba la siguiente definición:

… la recreación es un proceso de acción participativa y dinámica que facilita entender la vida como una vivencia de disfrute, creaciones y libertad, en el pleno desarrollo de las potencialidades del ser humano para su realización y mejoramiento de la calidad de vida individual y social, mediante la práctica de actividades físicas, intelectuales o de esparcimiento.

Visto el problema desde este ángulo, las estrategias para el desarrollo de programas de ocio y recreación con el adulto mayor, tendrían una función potenciadora de lo individual y lo social, ya que a diferentes niveles y en diferentes formas contribuirán a satisfacer diversas necesidades individuales y actuarán como medio de integración social del adulto mayor.

El ocio y la recreación, desde esta visión, resultan generadores de beneficios múltiples para las personas de la tercera edad, entre ellos podemos mencionar los siguientes:

  • Potenciar la creatividad y la capacidad estética y artística
  • Favorecer el mantenimiento de un funcionamiento psicomotriz adecuado
  • Fomentar los contactos interpersonales y la integración social
  • Mantener, en cierto nivel, las capacidades productivas
  • Hacer frente a las disminuciones y limitaciones físicas
  • Mantener equilibrio, flexibilidad y expresividad corporal
  • Servir como medio de distensión y enfrentamiento activo al estrés y las tensiones propias de esta etapa de la vida
  • Contribuir al mantenimiento del sentimiento de utilidad y autoestima personal
  • Fomentar la creatividad y productividad en el uso del tiempo libre
  • Mantener o desarrollar la capacidad del disfrute lúdico y la apertura hacia nuevos intereses y formas de actividades
  • Fomentar la comunicación, la amistad y el establecimiento de relaciones interpersonales ricas y variadas
  • Propiciar el bienestar y la satisfacción personal

Las modalidades de recreación que pueden ser instrumentadas, dejando siempre abierta la opción de libre elección, serían:

  • Recreación artística y cultural
  • Recreación deportiva
  • Recreación pedagógica
  • Recreación ambiental
  • Recreación comunitaria
  • Recreación terapéutica

Los tipos de recreación artística, cultural, deportiva y pedagógica tienen por finalidad principal el mantenimiento, desarrollo y recuperación de habilidades diversas; servir de estímulo de la creatividad y posibilitar experiencias que contribuyan al bienestar y autoestima de los participantes. Por otra parte, estas actividades propician el establecimiento de relaciones interpersonales y la integración social de los sujetos, con independencia de sus favorables efectos sobre la salud y el bienestar psicológico.

La recreación ambiental, además de propiciar el disfrute de las relaciones con el medio ambiente, propicia la identificación con este, y fomenta el desarrollo de una cultura sostenible y la motivación por su preservación.

En el caso de la recreación comunitaria, ésta se orienta a la creación o fortalecimiento de redes de apoyo social, especialmente para las personas que viven solas, o tienen escasos recursos.

La recreación terapéutica, puede estar orientada a personas con problemas funcionales, físicos o psicológicos y puede ser ella misma vehículo o instrumento de rehabilitación o complemento de programas diseñados a estos fines.

En fin, de lo que se trata es de emplear las actividades de ocio y de recreación para el fomento de estilos de vida en el adulto mayor, que propicien su salud y bienestar y lo impliquen en acciones que le sirvan como instrumento para el crecimiento la autodeterminación personal y su adecuada inserción en la vida comunitaria y social.

Consultado el 31 de julio de 2019 en,

https://www.residencianazaret.org/es/article/tiempo-ocio-tercera-edad

EDADISMO

Surgen cada vez más iniciativas enfocadas a cuestionar y combatir el edadismo, esto es, discriminación por motivos de edad.  La mayoría de las personas nos dejamos llevar inconscientemente por los estereotipos sobre las personas mayores, sobre las que pesan todo tipo de estos en negativo.

Desde ApaMate estamos trabajando para que en Venezuela los mayores se repongan contra el lenguaje que, en muchas ocasiones, menosprecia o ridiculiza el paso de los años y el envejecimiento, que se transformen en personas con inquietudes, activas en la sociedad, que siguen aprendiendo, convirtiéndose en agentes de cambio en positivo dentro de sus comunidades.

En la actualidad hay unos 600 millones de personas en el mundo que tienen 60 años o más. Esta cifra se duplicará en 2025 y alcanzará los 2000 millones en 2050. La gran mayoría de las personas mayores vivirán en los países en desarrollo.

Este problema tan extendido parte del supuesto de que todos los miembros de un mismo grupo (en este caso, los ancianos) son iguales. Al igual que el racismo y el sexismo, el edadismo es útil para alcanzar ciertos objetivos sociales y económicos que legitiman y mantienen las desigualdades entre grupos de la sociedad. No estamos hablando de nuestra apariencia, sino del significado que asocian a ella personas que pueden influir en la opinión pública. En 2014, los países de todo el mundo reconocieron que la discriminación por razones de edad «es la razón común, la justificación y la fuerza motriz de la discriminación de las personas de edad».

Las actitudes discriminatorias por motivos de edad se dan de forma generalizada en todas las sociedades, y no se limitan a un grupo social o un grupo étnico. Algunas investigaciones indican que tal vez, actualmente sea una forma más generalizada de discriminación que el sexismo o el racismo. Esto tiene graves repercusiones tanto para las personas mayores como para la sociedad en general. Por ejemplo, hace que se reduzcan las preguntas que se formulan y la forma en que se conceptualizan los problemas; por tanto, puede ser un gran obstáculo para formular buenas políticas.

El edadismo tiene efectos nocivos sobre la salud de las personas mayores. En un estudio realizado por Levy et al1 se observó que el promedio de vida de las personas mayores encuestadas que tenían actitudes negativas con respecto al envejecimiento fue 7,5 años más corto que el de las que no tenían actitudes positivas.

La discriminación por motivos de edad provoca menores niveles de autonomía, menor productividad y mayor estrés cardiovascular.

Las actitudes negativas también son muy comunes incluso en los centros de salud y asistencia social, entornos donde los adultos mayores están en la situación más vulnerable.

Algunos de estos prejuicios se basan en el deterioro biológico observable y podrían estar distorsionadas por las ideas acerca de trastornos como la demencia, que a veces se consideran erróneamente como expresiones del envejecimiento normal.

La discriminación por motivos de edad está arraigada en la sociedad y se retroalimenta al promover en las personas mayores los estereotipos del aislamiento social, el deterioro físico y cognitivo, la falta de actividad física y la idea de que son una carga económica.

Las actitudes negativas respecto de la atención crónica dificultan la contratación de cuidadores profesionales remunerados en muchos países. Esta situación puede deberse a la discriminación por motivos de edad en la cultura en general, la tendencia a equiparar los cuidados a largo plazo con condiciones de trabajo de baja calidad o el bajo prestigio asignado a su prestación.

Debemos inculcar a todas las generaciones una nueva manera de entender el envejecimiento, que puede basarse en conceptualizaciones anticuadas acerca de las personas mayores como cargas. Es necesario aceptar la amplia diversidad de la experiencia de la edad avanzada, reconocer las inequidades que a menudo subyacen a ella y estar dispuestos a preguntarnos cómo podrían hacerse mejor las cosas.

Las siguientes son algunas actividades que podrían ayudar a combatir la discriminación por motivos de edad:

  • realizar campañas de comunicación para que los medios de comunicación, el público en general, las instancias normativas, los empleadores y los proveedores de servicios tengan una información más precisa sobre el envejecimiento y lo comprendan mejor;
  • legislar contra la discriminación por motivos de edad;
  • transmitir a través de los medios de comunicación una visión equilibrada del envejecimiento.

1Levy BR et al. Longevity increased by positive self-perceptions of aging. Journal of Personality and Social Psychology 2002 83(2):261-270.

Consultado el 21 de julio de 2019 en,

thttps://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/envejecimiento-y-salud

Informe mundial sobre envejecimiento y salud, OMS.

El informe entregado por La Organización Mundial de la Salud sobre Envejecimiento y Salud- 2015 pretende servir de documento base para el desarrollo de pautas de actuación que promuevan el envejecimiento saludable, potenciando la “capacidad funcional” de las personas mayores.

Tal y como advierte el documento, el envejecimiento poblacional supone una de las principales preocupaciones a la que deberán hacer frente todos los gobiernos, debido a la mayor esperanza de vida y a la disminución de las tasas de fecundidad. Este rápido incremento de la población mayor requiere una acción pública integral, así como la modificación del marco de actuación desde el que se aborda, hoy en día, el envejecimiento. No obstante, según la OMS, “no se ha debatido lo suficiente sobre lo que esta respuesta implicaría y hay pocos datos empíricos acerca de lo que podría hacerse».

Por estas razones, el Informe Mundial sobre Envejecimiento y Salud propone una serie de medidas prácticas para implementar en los diferentes países, teniendo en cuenta el conocimiento actual en salud y envejecimiento.

El primer paso, de acuerdo con el informe, para el cambio en las políticas de actuación sobre las personas mayores parte de la necesidad de eliminar los prejuicios y concepciones erróneas en torno a este colectivo. “Muchas percepciones y supuestos comunes sobre las personas mayores se basan en estereotipos anticuados. Esto limita la forma en la que conceptualizamos los problemas, las preguntas que hacemos y nuestra capacidad para aprovechar oportunidades innovadoras. La experiencia indica que se necesitan nuevas perspectivas”, señala el texto.

En esta línea, y tal y como se argumenta en el informe, no existe una persona mayor típica, sino que el colectivo de mayores se caracteriza por ser muy diverso. De hecho, “algunas personas mayores de 80 años tienen niveles de capacidad física y mental comparables a los de muchos jóvenes de 20 años”, mientras que algunas personas de 60 años “pueden requerir ayuda de terceros para llevar a cabo actividades incluso básicas”. Esto implica que “se deben considerar las diversas necesidades de las personas mayores como un espectro de grados de funcionamiento, por lo que una respuesta de políticas integrales debe ser capaz de conciliar estos diferentes matices en una descripción coherente del envejecimiento”.

El informe se basa en una definición de “envejecimiento saludable”, entendido como el proceso de desarrollar y mantener la capacidad funcional que permite el bienestar en la vejez. Según esta conceptualización ni la capacidad intrínseca ni la capacidad funcional se mantienen constantes. Si bien ambas tienden a disminuir con la edad, las opciones de vida o las intervenciones en diferentes momentos del ciclo de vida determinarán el camino o la trayectoria de cada individuo.

Por lo tanto, según los expertos de la OMS, las intervenciones para fomentar el envejecimiento saludable deben tener como objetivo “lograr la máxima capacidad funcional”, por un lado, “aumentando y manteniendo la capacidad intrínseca” y por otro, “permitiendo que alguien con una disminución de la capacidad funcional logre hacer las cosas que crea importantes”.

En el análisis que establece del colectivo de mayores, el informe diferencia tres subpoblaciones diferentes: las que tienen capacidad relativamente alta y estable, las que tienen capacidad disminuida y las que presentan pérdidas significativas de capacidad. En función de estos subgrupos, que no son rígidos, se pueden establecer cuatro esferas de acción prioritarias: adaptar los sistemas de salud a las poblaciones de edad que atienden actualmente, crear sistemas de atención a largo plazo; crear entornos adaptados a las personas mayores; y mejorar la medición, el monitoreo y la comprensión sobre el envejecimiento.

En conclusión, según el Informe de la OMS se necesita urgentemente una acción integral de salud pública para hacer frente al envejecimiento, de tal manera que se garantice “un futuro que ofrezca a las personas mayores la libertad de llevar una vida que las generaciones anteriores nunca hubieran imaginado”.

El informe se puede descargar en el siguiente enlace:

http://www.who.int/ageing/publications/world-report-2015/es/

Consultado el 09-07-19 en,

http://www.infocop.es/view_article.asp?id=6009

Envejecimiento activo

Envejecimiento activo (active ageing en Europa y active aging en los EEUU) es un concepto definido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el proceso de optimización de las oportunidades de salud, participación y seguridad con el fin de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen.

El envejecimiento activo se aplica tanto a los individuos como a los grupos de población. Permite a las personas realizar su potencial de bienestar físico, social y mental a lo largo de todo su ciclo vital y participar en la sociedad de acuerdo con sus necesidades, deseos y capacidades, mientras que les proporciona protección, seguridad y cuidados adecuados cuando necesitan asistencia.

La idea es permitirnos ser autovalentes (valernos por nosotros mismos) hasta muy avanzada edad, y esto es cada vez más así, tanto, que hay personas de mas de noventa años que se lanzan en paracaídas, que viven solas, que trabajan, etc.

Cada vez más mayores podemos andar por el mundo con menos ayuda, gracias a los avances tecnológicos, médicos y también a la necesidad de poder ser más autónomos e independientes.

Las reservas cognitivas, está demostrado, que retrasan la demencia; el ejercicio físico, retrasa enfermedades físicas; la existencia de vida social y redes afectivas mantienen vivas las emociones y motivaciones, y tener un propósito hace que salgamos mucho más rápido de dificultades y seamos resilientes y autovalentes por mucho más tiempo.

#ApaMate propiciará estos estados y atenderá a muchas personas que aún pueden ser útiles si se les proporcionan herramientas y se les apoya en renacer a la actividad creativa,disciplinada y amorosa.

Únete a nosotros en #ApaMate, veremos en Venezuela, un renacer adulto activo y productivo que impulsará la economía, formará ciudadanos y generará mucha esperanza cierta.

Tercera edad y la importancia de las relaciones interpersonales

Escrito por Eduardo Sandoval, académico Facultad de Psicología Universidad San Sebastián, Chile

Estar con otras personas de la misma edad genera interacción y ayuda a mantenerse activo física y mentalmente a los adultos mayores.

El ser humano por característica principal es sociable, le agrada compartir con otras personas, participar de actividades lo que invita a que diversas generaciones interactúen cotidianamente. Para muchos resulta común asociar la adultez tardía con un progresivo empobrecimiento de las relaciones interpersonales producto de la disgregación familiar y la pérdida de roles en la sociedad, ocasionando un aumento en la incomprensión del núcleo familiar.

No obstante lo anterior, sabemos que las relaciones interpersonales se convierten en el principal factor protector y de curación, no solo por la atención de necesidades básicas, sino también, porque operan como una permanente de ayuda. La percepción de compañía  y la disponibilidad de una relación de amistad estrecha son el mejor predictor de felicidad en la adultez tardía.

Al respecto, algunas recomendaciones para los adultos mayores:

Relaciones positivas

Una red familiar activa, cercana y propositiva les ayuda a sobrellevar las limitaciones y el dolor de las pérdidas, disminuyendo los factores de angustia. Por ende, los apoyos que se reciben son una estimulación a mantenerse activos, consejos e información oportuna en torno a la vida independiente, respaldan los sentimientos positivos y les permite satisfacer una de las necesidades de todo ser humano: amar y sentirse amado.

Apoyo social percibido

Las personas de la tercera edad que reciben un mayor apoyo social en términos de conversaciones telefónicas y visitas con amigos, familiares, vecinos y participan regularmente en actividades sociales, gozan de una mejor salud y un mayor grado de satisfacción en su vida. Así, los individuos que tienen relaciones sólidas con familiares, amigos y organizaciones sociales, tales como la juntas de vecinos, viven más tiempo que los que carecen de ellas.

Amistad para toda la vida

En esta etapa vital, las relaciones de amistad ofrecen un apoyo relevante y significativo para el adulto mayor. Con los amigos se comparte no sólo la edad, sino algo que es más importante: una experiencia vital parecida, intereses comunes, recuerdos y valores similares; posibilitando una convivencia basada en la reciprocidad, la comprensión mutua, el respeto y la tolerancia, configurando un marco relacional agradable, óptimo y libre de tensiones.

Amplíe sus relaciones

La percepción de compañía y la disponibilidad de una relación de amistad estrecha son el mejor predictor de felicidad y uno de los factores determinantes para la adaptación positiva al proceso de envejecimiento. La amistad permite sentir a la persona que es más competente, valiosa y útil, favorece la identidad y el auto-concepto, la felicidad y en el bienestar personal, la salud, la longevidad y en algunos casos, la riqueza y el éxito. Lo que para muchos es un privilegio.

Consultado el 01 de julio de 2019 en,

http://www.ipsuss.cl/ipsuss/columnas-de-opinion/eduardo-sandoval/tercera-edad-y-la-importancia-de-las-relaciones-interpersonales/2018-03-06/172633.html

Beneficios del voluntariado en la tercera edad

Para cualquier persona ser voluntario resulta muy gratificante, porque sabes que con tu labor desinteresada estás ayudando a una o muchas personas que lo necesitan. Quien tiene este espíritu solidario obtiene importantes beneficios, especialmente mentales y emocionales pero, para una persona mayor, el voluntariado puede suponer muchas otras ventajas, como:

Mayor actividad: ser voluntario implica comprometerse a realizar una serie de actividades, en unos días concretos, y con una duración determinada, lo que supone que la persona debe mantenerse activa, salir de casa, desplazarse, etcétera.

Mejora el estado físico: un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad Estatal de Georgia y Florida State University muestra que las personas mayores que realizan acciones de voluntariado presentan menos posibilidades de perder capacidades físicas, como andar o subir escaleras. Esto se debe a que las labores físicas y la actividad que conllevan sus labores de voluntariado favorecen envejecer de forma más saludable.

Previene enfermedades: el hecho de mantenerse activo también reduce las posibilidades de padecer patologías metabólicas como la diabetes, la hipertensión o la hipercolesterolemia, mientras que mejora la salud mental y el estado anímico.

Evita la soledad: ser voluntario conlleva conocer a otras personas, tanto de la entidad en la que se colabora, como a aquellos a los que se ayuda. Es posible que sea necesario viajar, realizar actividades poco comunes en la rutina diaria, y establecer contacto con individuos muy diferentes. Para una persona mayor esto resulta muy positivo, porque evita el aislamiento social.

Abre la mente: las funciones que se realizan durante el voluntariado suelen ser muy diferentes a las que la persona llevaba a cabo en su trabajo. Son acciones solidarias, de ayuda, de apoyo, dirigidas a personas de diferente entorno social y edad, personas con discapacidad, en situación de pobreza, etcétera. Esto permite ver la vida desde otra perspectiva, lo que siempre resulta positivo.

Recibe ayuda también: si el voluntariado se realiza en una asociación de pacientes porque el voluntario padece la patología que representa la asociación, además de ayudar a los demás, se estará ayudando a sí mismo, porque estar en contacto con otras personas en su misma situación, que han superado problemas similares, y recibir información de forma tan cercana, resulta muy beneficioso para su salud física y mental.

Consultado el 25 de junio de 2019 en,
https://www.webconsultas.com/tercera-edad/envejecimiento-activo/beneficios-del-voluntariado-en-la-tercera-edad

Actividad Física en la Adultez

Actividad física la aire libre

Mantenerse activo y en movimiento es una de las partes más importantes en la búsqueda de una vida balanceada. Para esto, no importa el peso, la estatura ni mucho menos la edad. En ocasiones, los adultos mayores descuidan esta práctica por diversos motivos, pero, ¿sabía que realizar actividad física es tan beneficioso como dejar un vicio?

Según un estudio de la Universidad de Oslo en Noruega, los beneficios que obtienen los adultos mayores que realizan actividad física un mínimo de 30 minutos, 5 días a la semana son tan importantes como los que se tienen al dejar de fumar. Ambos son favorables en la búsqueda de la reducción de la mortalidad.

El estudio evaluó 5,700 adultos mayores divididos entre quienes realizaban actividad física y quienes por el contrario llevaban una vida sedentaria. Aquellos que se movían más y se sentaban menos, vivieron en promedio 5 años más que aquellos que no lo hacían.

La Doctora en Medicina y Nutricionista Mae Moreno comenta: «Los adultos mayores deben mantenerse activos siempre. La edad no debe ser una excusa para realizar actividad física. Además, esta no debe estar limitada a ir a un gimnasio o salir a correr».

De igual manera, el estudio comenta que al realizar actividad física en la adultez, se reduce en un 40% la probabilidad de muerte relacionada a enfermedades cardiovasculares.

Adicionalmente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) menciona que las personas mayores físicamente activas presentan menores tasas de cardiopatías coronarias, hipertensión, accidentes cerebrovasculares, diabetes tipo 2, cáncer de colon y de mama, y depresión. Además, presentan una mayor salud funcional, un menor riesgo de caídas y un menor riesgo de limitaciones funcionales moderadas y graves.

Vivir más, vivir mejor

Pero, ¿todo cuenta?

«En estos casos, el hecho de no estar en un sillón todo el día ya es ganancia», comenta Moreno. «Estos movimientos pueden ir desde efectivamente ir al gimnasio hasta realizar labores en la casa. Es importante que estas iniciativas en pro de la actividad física en adultos mayores, estén diseñadas especialmente para este sector de la población, esto para evitar lesiones”.

Entre los principales puntos a tomar en consideración se encuentran:

  • Tiempo de duración de acuerdo a sus posibilidades.
  • Análisis del rendimiento físico.
  • Estrategias para disminuir el riesgo de caídas.

Es importante destacar que todas las personas son diferentes, por lo que un plan para un adulto mayor con ciertas características, puede no ser recomendada para otro con particularidades semejantes.

Además, no es necesario comenzar a ejercitarse a toda máquina. Iniciar con 10 minutos y hacer cambios simples hacia una vida más activa, le ayudarán a tener una rutina diaria la cual lo puede guiar hacia una mejor salud.

Alimentación e hidratación

Conociendo los beneficios de la actividad física, se debe tomar en consideración que esta es solo una arista en el alcance del balance.

“La alimentación balanceada, el control de porciones y hasta la hidratación son puntos que le ayudarán a vivir mejor. Tome en consideración todos los grupos alimenticios, apueste por la moderación y manténgase bien hidratado antes, durante y después de la práctica de actividad física, recuerde que todo líquido hidrata”, finaliza la especialista.

A continuación le brindamos algunos consejos para mantenerse activo.

Anímese a realizar actividad física sin importar la edad que tenga. Su cuerpo se lo agradecerá.

Consultado el 18 de junio de 2019 en,

http://www.contigosalud.com/actividad-fisica-en-la-adultez

Aumentan los adultos mayores

Adultos avanzando en edad activamente

La población mundial está envejeciendo: la mayoría de países del mundo están experimentando un aumento en el número y la proporción de personas mayores.

El envejecimiento de la población está a punto de convertirse en una de las transformaciones sociales más significativas del siglo XXI, con consecuencias para casi todos los sectores de la sociedad, entre ellos, el mercado laboral y financiero y la demanda de bienes y servicios (viviendas, transportes, protección social…), así como para la estructura familiar y los lazos intergeneracionales. 

Según datos de la revisión de 2017 del informe «Perspectivas de la Población Mundial», se espera que el número de personas mayores, es decir, aquellas de 60 años o más, se duplique para 2050 y triplique para 2100: pasará de 962 millones en 2017 a 2100 millones en 2050 y 3100 millones en 2100. A nivel mundial, este grupo de población crece más rápidamente que los de personas más jóvenes. 

Niveles y tendencias en el envejecimiento de la población

En 2017, se calcula que hay 962 millones de personas con 60 años o más, es decir, un 13 por ciento de la población mundial. Este grupo de población tiene una tasa de crecimiento anual del 3 por ciento. Europa es la región con más personas pertenecientes a este grupo, aproximadamente un 25 por ciento. Ese grado de envejecimiento de la población también llegará a otras partes del mundo para 2050, con excepción de África. Ya para 2030, se estima que serán 1400 millones de personas de edad avanzada en el mundo.

En relación con las personas que superan los 80 años, se calcula que se triplicará en poco más de 30 años y se multiplicará por siete en poco más de siete décadas: de 137 millones en 2017 pasarán a 425 millones en 2050 y a 3100 millones en 2100.  

A las personas mayores se las percibe cada vez más como elementos que contribuyen al desarrollo; se considera que sus habilidades para mejorarse a sí mismas y a la sociedad se deberían integrar en las políticas y en los programas a todos los niveles. En las próximas décadas, muchos países estarán sometidos a presiones fiscales y políticas debido a las necesidades de asistencia sanitaria, pensiones y protecciones sociales de este grupo de población en aumento.  

https://www.un.org/es/sections/issues-depth/ageing/index.html

El reto de enfrentar el envejecimiento en Venezuela hoy…

ApaMate,  nace con la intención de activar al adulto mayor no desde carencias sino desde su potencialidad.

En la actualidad venezolana, factores como la migración, producto de los desequilibrios políticos, sociales y económicos del país, están acarreando  en el Adulto Mayor venezolano, abandono, falta de asistencia de familiares directos, confinamiento, restricción a la movilidad, exposición a hechos violentos, dificultad al acceso de alimentos y medicina. Factores que impactan directamente su salud mental, emocional y física.

De acuerdo con las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) del 2017, Venezuela tenía una población aproximada de 3,2 millones de adultos con más de 60 años, lo que representaba un 10,4% de la población total, mientras que el Instituto Venezolano de Seguro Social (IVSS) ubicó en más de 4,2 millones el número de pensionados, incluyendo las mujeres mayores de 55 años y los hombres mayores de 60. Se observa un notable aumento en la población de venezolanos adultos mayores.

Ante estos retos, ApaMate, enfocada en tres objetivos: visibilizar, poner en agenda y desarrollar acciones que respondan a la problemática, rescatando potencialidades, pretende generar espacios de participación para mayores, donde ellos mismos tomen la iniciativa y organicen actividades culturales, artísticas, educativas, para otros mayores, respondiendo a sus gustos, intereses y necesidades.