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Para cualquier persona ser voluntario resulta muy gratificante, porque sabes que con tu labor desinteresada estás ayudando a una o muchas personas que lo necesitan. Quien tiene este espíritu solidario obtiene importantes beneficios, especialmente mentales y emocionales pero, para una persona mayor, el voluntariado puede suponer muchas otras ventajas, como:
Mayor actividad: ser voluntario implica comprometerse a realizar una serie de actividades, en unos días concretos, y con una duración determinada, lo que supone que la persona debe mantenerse activa, salir de casa, desplazarse, etcétera.
Mejora el estado físico: un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad Estatal de Georgia y Florida State University muestra que las personas mayores que realizan acciones de voluntariado presentan menos posibilidades de perder capacidades físicas, como andar o subir escaleras. Esto se debe a que las labores físicas y la actividad que conllevan sus labores de voluntariado favorecen envejecer de forma más saludable.
Previene enfermedades: el hecho de mantenerse activo también reduce las posibilidades de padecer patologías metabólicas como la diabetes, la hipertensión o la hipercolesterolemia, mientras que mejora la salud mental y el estado anímico.
Evita la soledad: ser voluntario conlleva conocer a otras personas, tanto de la entidad en la que se colabora, como a aquellos a los que se ayuda. Es posible que sea necesario viajar, realizar actividades poco comunes en la rutina diaria, y establecer contacto con individuos muy diferentes. Para una persona mayor esto resulta muy positivo, porque evita el aislamiento social.
Abre la mente: las funciones que se realizan durante el voluntariado suelen ser muy diferentes a las que la persona llevaba a cabo en su trabajo. Son acciones solidarias, de ayuda, de apoyo, dirigidas a personas de diferente entorno social y edad, personas con discapacidad, en situación de pobreza, etcétera. Esto permite ver la vida desde otra perspectiva, lo que siempre resulta positivo.
Recibe ayuda también: si el voluntariado se realiza en una asociación de pacientes porque el voluntario padece la patología que representa la asociación, además de ayudar a los demás, se estará ayudando a sí mismo, porque estar en contacto con otras personas en su misma situación, que han superado problemas similares, y recibir información de forma tan cercana, resulta muy beneficioso para su salud física y mental.
Consultado el 25 de junio de 2019 en,
https://www.webconsultas.com/tercera-edad/envejecimiento-activo/beneficios-del-voluntariado-en-la-tercera-edad